Museographia oder Anleitung zum rechten Begriff und nützlicher Anlegung der Museorum, oder Raritäten-Kammern.

sábado, 21 de mayo de 2011 § 0

En 1727 el marchante alemán Caspar Friedrich Neickel (seudónimo de Kaspar Friedrich Jencquel) publica en Leipzing el tratado titulado Museografía u orientación para la concepción adecuada y conveniente establecimiento de los museos o cámaras de curiosidades, en el que recoge toda una serie de explicaciones respecto a la disposición de las colecciones en los espacios designados para tal fin, así como los criterios para su registro, inventario y catalogación de los objetos, recomendando el uso de elementos originales sobre las reproducciones, así como las condiciones óptimas para su mantenimiento.



La importancia del Museographia recae en diversos aspectos. Se suele representar como el surgimiento del término ‘museografía’ durante el siglo XVIII, respondiendo a su definición como “descripción de los museos”, percepción que se mantendría hasta el siglo XX cuando se hace más específico el concepto; un ejemplo de ello es la definición dada por el Consejo Internacional de Museos (ICOM): “es la técnica que expresa los conocimientos museológicos en el museo. Trata especialmente sobre la arquitectura y ordenamiento de las instalaciones científicas de los museos”. Por otra parte, según Francisca Hernández Hernández, la obra de Neickel representa un intento de clasificación sistemática de lo que con el tiempo serían los museos, y constituye por ello un punto fundamental en su evolución histórica.

No obstante, lo que resulta más significativo es el hecho de que el texto se inscribe en las corrientes de pensamiento propias de la Ilustración. Es importante señalar el hecho de que Museographia no se restringía al análisis de una colección privada o específica, sino que otorgaba a los aficionados las orientaciones necesarias para ordenar y mantener sus colecciones, lo que sí bien no constituye una democratización del acceso público a las colecciones, sí representa una primera apertura a la necesidad de difusión “mediada” del conocimiento ordenado, en este caso relacionado con el coleccionismo.




Al respecto, la obra en sí misma responde a un afán enciclopédico muy en boga; el señalamiento de Hernández Hernández de la diferenciación que hace Neickel entre naturalia y artificialia tiene implicaciones determinantes respecto a lo que se viene señalando. Ya en el siglo XVI con los primeros indicios de revolución científica se hacía necesario diferenciar las colecciones de “arte” de las compuestas por muestras naturales ya que no caben en un mismo esquema de clasificaciones; las colecciones de personajes principales, como las de Rodolfo II de Hasburgo y Alberto de Baviera, y las colecciones particulares como las constantemente referenciadas de Ulises Aldrovandi o Atanasio Kircher ya muestran esa separación de las colecciones propias del humanismo, al enumerar artificialia, naturalia y mirabilia. Pero es el tratado de Neickel el que termina por fraccionar la unidad en relación con la “organización de lo múltiple” tan propia del llamado Siglo de las Luces. En Museographia, Neickel aconseja subdividir la Kunst und Wunderkammer en diferentes partes según el tipo específico de objetos por exhibir. Según Edward Alexander (Museums in Motion) “Natural objects should go on one side with human anatomy, including skeletons and mummies, on te top shelf, and quadrupeds, fishes, and minerals bellow. Another wall was to hold man-made objects with ancient and modern productions separated. The short end of the room opposite the entrance and lighted by three windows contained cabinets for coins. Portraits of famous men occupied the space above the shelves”, lo que en últimas se traduce en la aprehensión y difusión de un modelo universal de conocimiento, en el que la noción de “orden” permanecía inmanente.

Museographia oder Anleitung zum rechten Begriff und nützlicher Anlegung der Museorum, oder Raritäten-Kammern. at museología.

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